Al hablar de La Guajira es inevitable no mencionar cada uno de los rincones que la hacen especial, entre ellos, El Molino, un increíble municipio que vio nacer a María Isabel Zabaleta, brindándole las mejores experiencias en su niñez, especialmente, en la época navideña, cuando esperaba con ansias las novenas, entrega de regalos, noche de velitas y los deliciosos platillos típicos de dicha celebración; igualmente, recuerda crecer al lado de sus padres y dos hermanas, aprendiendo valores importantes como la humildad, saber reconocer los errores, el respeto hacia los demás, unión y amor. Lo anterior, le permitió a Zabaleta convertirse en una mujer segura de sí misma, activa, generosa, perseverante y abierta al cambio; asimismo, impulsó el deseo de escuchar a sus vecinos molineros, pues en el tiempo libre, además de estar en familia, disfruta conversar junto a los ciudadanos, facilitándole apreciar las necesidades más apremiantes de la comunidad.
María Isabel, estudió Optometría en la Universidad La Salle; posteriormente, se especializó en Administración en Salud y Seguridad Social de la Pontificia Universidad Javeriana; hizo un máster en Administración de Empresas de la Universidad Externado de Colombia y, actualmente, cursa Administración de Empresas en la Universidad Santo Tomás. Debido a lo anterior, ha tenido diversas experiencias profesionales, empezando por el trabajo como optómetra en el E.S.E. Hospital San Lucas, donde también fue gerente, facilitándole adquirir nuevos conocimientos y compartir junto a los molineros. Años después —2014— incursionó en la vida política, tras participar en la campaña del expresidente Juan Manuel Santos en la avanzada del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, vivencia mediante la cual aprendió acerca del entorno público, permitiéndole llegar a ser alcaldesa de El Molino en el periodo 2016-2019.
Dedicarse al entorno público no ha sido fácil, sobre todo, al asumir la responsabilidad de representar y convertirse en la voz de muchas personas, quienes constantemente exponen diversas dificultades; a razón de lo anterior, María Isabel decidió afrontar el reto, adaptándose a la transformación digital; asimismo, adquirir habilidades en comunicación asertiva y fluida con los empleados, además de la comunidad de El Molino, donde concentraba su labor, permitiéndole llevar a cabo reformas encaminadas al desarrollo social y de infraestructura en la zona, buscando mejorar la calidad de vida de los habitantes. A pesar de ello, son sacrificios bien recompensados, pues labora en pro del progreso del municipio y el departamento de La Guajira, manifestando orgullo, debido a las riquezas naturales y la población, describiéndolos como perseverantes, pujantes, hospitalarios, trabajadores y honestos.
Definitivamente, las metas de María Isabel eran bastante claras cuando se encontraba en el puesto de alcaldesa, pues deseaba aportar al crecimiento de su municipio; en ese sentido, a través del Plan de Gobierno: ‘Una visión diferente’, “le apuntamos a la educación, salud, cultura, deporte, infraestructura, agricultura, vivienda y otros sectores de mucho interés”, explica; asimismo, al reconocer las necesidades más apremiantes, logró emprender procesos óptimos, mediante los cuales pudiera dejar una huella, gracias a las iniciativas encaminadas al fortalecimiento del tejido social, la construcción de espacios recreativos, reestructuración de las instituciones educativas e incentivar la apropiación del folclor, enfocados en el progreso de la población joven; de igual forma, impulsar la generación de empleos; apertura de vías, para facilitar el transporte de los productos agrícolas y demás ideas de desarrollo.
Mencionando algunos puntos claves de la administración de Zabaleta, es importante hablar acerca de las iniciativas en pro del área agropecuaria, particularmente, para los pequeños y medianos trabajadores del campo; destacando el repoblamiento bovino, mejor calidad en el agua potable, reactivación del Consejo Municipal de Desarrollo Rural, entrega de kits agrícolas y actividades educativas a favor de la defensa animal. Asimismo, cobra relevancia la campaña ‘Gobierno o café al barrio’, durante la cual realizaban madrugones, con el fin de compartir junto a los habitantes y conocer aquellas necesidades básicas de mayor interés. En temas de salud, logró la afiliación de los ciudadanos al régimen subsidiado; también, la dotación de equipos médicos al E.S.E. Hospital San Lucas, entre otros; de igual forma, los esfuerzos de la Alcaldía les permitió salir de la ‘Ley de quiebras’, a través de la reestructuración de pasivos; mientras llevaban a cabo proyectos en mira de la coexistencia, protección y participación de la población, buscando el restablecimiento de la gobernabilidad.
Haber participado activamente en el desarrollo de El Molino, llena a María Isabel de orgullo y desea continuar aportando de forma positiva; así pues, espera ver que los avances alcanzados sigan llevándose a cabo y mejorando, principalmente, aquellos enfocados en materia de seguridad, valores humanos, inversión educativa, juventud y niñez. Zabaleta, anhela dejar una marca indeleble en la vida de cada ciudadano, facilitándole ser recordada como “la mandataria que trabajó incansablemente por cambiarle la cara a El Molino”, menciona; desde la perspectiva de María Isabel fue una experiencia bastante grata, mediante la cual logró conocer también la visión de otros líderes. Finalmente, envía sus agradecimientos a quienes depositaron la confianza en ella, despidiéndose con la satisfacción de conservar un municipio próspero y encaminado hacia grandes retos.
Crédito de fotografías: Julián Rincón.
