martes, marzo 19, 2024
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PARÁBOLA DE LA VIUDA Y EL JUEZ INJUSTO CONOZCA LA IMPORTANCIA DE PERSEVERAR EN LA ORACIÓN

Por: Eleine Pimienta

Cierto día, Jesús les contó a sus discípulos una parábola para mostrarles que debían orar siempre, sin desanimarse. Les dijo: “Había en cierto pueblo un juez que no tenía temor de Dios, ni consideración de nadie. En el mismo pueblo había una viuda que insistía en pedirle: “Hágame usted justicia contra mi adversario”. Durante algún tiempo él se negó, pero por fin concluyó: “Aunque no temo a Dios, ni tengo consideración de nadie, como esta viuda no deja de molestarme, voy a tener que hacerle justicia, no sea que con sus visitas me haga la vida imposible”. Continuó el Señor: “Tengan en cuenta lo dicho por el juez injusto. ¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? Les digo que sí les hará justicia, y sin demora. No obstante, cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe en la tierra?”, Lucas 18:1-8.

Estoy segura que cada uno de los que estamos acá, tenemos un concepto diferente de la oración, incluso por qué y para qué la hacemos, tal vez lo defina como hablar con Dios, tener intimidad con Él, comunicarnos con el Padre, etc. Usted y yo podemos tener múltiples significados, pero esta debe ser más que un término, disciplina o rutina; pues, la oración es un acto de amor y una verdad de vida.

Lucas 18:1 dice: “Jesús les contó a sus discípulos una parábola para mostrarles que debían orar siempre, sin desanimarse”. Hay tres palabras cruciales en este texto y serán los puntos que estudiaremos:

DEBÍAN. Refiriéndose a las acciones que necesitan ser realizadas de manera obligatoria. Jesús les recuerda a sus discípulos que era necesaria la oración, diciéndoles: ¡Alerta!, deben orar. Esto, me habla de las cosas que tenemos que hacer; muchas veces, creemos que solo debemos esperar que sucedan, y es así, pero tenemos un deber y es orar. La oración trae respuesta, vida, pero no una oración superficial o rutinaria, sino sincera, honesta y persistente. ¿Estás alimentando tu fe? ¿Tu oración es una verdad? La viuda nos enseña en el relato a efectuar lo que nos corresponde, es decir, orar con fe.

SIEMPRE. Esta palabra menciona el tiempo, una vez aprendí que esto, en la oración, no se mide por el reloj; es decir, cuando Jesús nos habla de siempre es porque busca que estemos permanentemente pegados a su presencia. Día tras día, vivimos diversas situaciones, semanas buenas, otras no tanto; sin embargo, Jesús se acerca a los discípulos, manifestándoles: es necesario que oren, pero no de vez en cuando, sino siempre ¿Es tu oración una constante?, esta tiene el poder de crear la plataforma para hacerte justicia o satisfacer cualquier necesidad. La viuda se mantuvo insistente delante del juez, de tal manera que llegó a aburrirlo; es decir, todo lo que deseas está en la oración.

DESANIMARSE. El desánimo es una cuestión de actitud. Lo anterior, se demuestra en la historia del hombre que empuja la piedra, el cual durante años siguió los mandatos divinos, presionando con todas sus fuerzas la gran roca, desde que amanecía, hasta el ocaso. Tiempo después, fue tentado por el enemigo, quien le desanimaba al ver cuán infructuoso era el esfuerzo realizado; el hombre al perder las energías, decide dirigirse con desespero ante Dios, el Señor se presenta ante él, manifestándole que la única tarea era empujar, mas no mover la piedra; enseñándole así, los resultados de la obediencia, pues a lo largo de las largas semanas de trabajo, logró fortalecer al máximo su cuerpo. Con esta narración, logramos ver la importancia de la confianza en nuestro Padre, incentivándonos a rezar con ánimo y completa entrega hacia Él.

Jesús sabía que sus discípulos y nosotros podríamos, en algún momento, cansarnos y desanimarnos, pero tengo una buena noticia, somos humanos y Jesús lo sabe; Él conoce nuestras debilidades y fortalezas. En cuanto a aquella mujer de la parábola, no sabemos cuán creyente era, pero les puedo asegurar que era persistente, pues mantuvo la esperanza y fe. En el relato bíblico se puede ver su condición: era solitaria, seguramente de escasos recursos, tenía problemas tan grandes que eran imposibles ser resueltos por ella; sin embargo, sabía dónde estaba la solución a su padecimiento y se determinó a alcanzarla, ¿ha determinado usted arrebatar su bendición?

CONCLUSIÓN.

La oración y constancia irán construyendo su bendición; mientras persevere en oración, se estará haciendo más fuerte. Cuando una puerta se cierre ore, cuando se encuentre desesperado ore; no abandone la fe, pues esta debe estar siempre en Dios y su poder; no podemos abandonar nuestra fe en aquel que ya creó todo para nosotros.

ORACIÓN.

Bondadoso Dios, hoy reconozco tu poder, reconozco que solo a través de ti puedo conquistar lo imposible. Te invito a que entres a mi corazón y permanezcas en él. Dios, mi fe está puesta en ti, creo que cualquier cosa que te pida en oración la recibiré conforme a tu voluntad. Oro porque se active en mí el deseo de orar, buscarte e intimar contigo cada día. En todo tiempo sé mi guía Jesús, y declaro que a partir de hoy son derribadas las barreras que nos separaban. Te doy gracias Señor, porque siempre me bendices, hoy tengo la seguridad que has inclinado tu oído a mi oración y que obrarás de acuerdo a ella, en el nombre de Jesús, amén.

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